Bajo la bandera del bienestar animal se levantan discusiones, señalamientos y críticas entre profesionales de la educación canina. Y si bien, está ampliamente popularizado el debate en contra de las técnicas aversivas, en donde se argumenta que la ciencia sugiere que no son buenas para el perro, quisiera pudiéramos hacer una pausa en tan prostituido debate para ampliar el foco y mirar a los lados otros fenómenos que ameritan atención.
Así como la Tregua de Navidad de 1914, hagamos una breve pausa para mirar a los lados y llamar la atención sobre otras cosas que quizás convenga atender en un corto o mediano plazo.
En muchas oportunidades se piensa en el bienestar del perro y que no sufra de maltrato, sin embargo, quitémonos las gríngolas y veamos que también hay un dueño al cual debemos respeto y proteger su bienestar. Ante eso, quisiera mencionar prácticas en el mundo canino que no violentan (directamente) el bienestar del perro pero que, con la excusa de cuidarlo, atentan contra el bienestar del dueño generando expectativas falsas en base a intervenciones que dependen más de un pensamiento místico/religioso que de la realidad científica, sin llegar a accionar una intervención basada en la evidencia para la resolución de problemas.
Las Flores que vibran en sanación. Algunos veterinarios, con diplomado en etología, ofrecen terapia floral para los problemas de conducta de los perros. Estas consisten en un conjunto de preparados artesanales a base de soluciones de brandy y agua que contienen diluciones extremas de material floral de diversas especies vegetales silvestres. A pesar de que las revisiones sistemáticas demuestran que estas flores no tienen una eficacia mayor a un placebo, se siguen indicando por proponentes en una educación basada en la ciencia. El creador, Edward Bach, creía que la enfermedad era el resultado de un conflicto entre los propósitos del alma y las acciones y la perspectivas de la personalidad. Esta guerra interna, según Bach, conduce a estados de ánimo negativos y al "bloqueo de energía", que él creía causa una "falta de armonía", lo que a su vez conduce a enfermedades físicas. Enric Homedes, vicepresidente Sociedad para el Estudio y la Difusión de la Terapia del doctor Bach de Catalunya, explica cómo funcionan: "Lo que percibió Bach en determinadas plantas fue su información vibracional. Alguien que sienta miedo vibra a una determinada frecuencia, y Bach se dio cuenta de que algunas especies vegetales podían contrarrestar y equilibrar miedos específicos". Por lo tanto, pareciera que el efecto que tienen la flores reside en nociones místico/religiosas con nulo basamento científico. Sin embargo profesionales con formación en ciencia y en comportamiento animal siguen recomendado se intervenga al perro con información vibracional que desbloquee la energía que ha quedado estancada.
El aroma que calma. "Realiza un masaje de 5 minutos con dos gotas del aceite en cada oreja del perro antes de dejarlo solo" - rezan las indicaciones de un aceite esencial especialmente formulado para los problemas de separación en perros, con alto contenido de lavanda que posee un efecto calmante, facilita el sueño, relaja músculos y es excelente en estados de ansiedad y estrés. Las moléculas olorosas de los aceites esenciales utilizados para esta práctica "llegarían a la pituitaria a través del aire, y de allí al bulbo olfativo, directamente conectado con el sistema límbico" y que este "es el centro donde se gestionan todas las emociones, y se promueven respuestas somáticas en el organismo, respuestas fisiológicas, y diferentes estados de ánimo". Según Fernando Cervera, biólogo y vocal de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), esto ocurre con cualquier estímulo que recibimos: no solo los olores, también los colores o los sonidos estimulan ciertas partes del cerebro. ¿Pueden por ello tener un efecto significativo sobre problemas de salud? "La respuesta, hasta donde llega la evidencia, es que no", afirma Cervera. No obstante más de un profesional recomienda sus gotitas del lavanda como tratamiento para la ansiedad por separación.
La telepatía. Es posible certificarse como Animal Comunicator con Penélope Smith, quien nos explica: "Si miramos las raíces de la palabra "telepatía", encontramos que significa "sentir a través de la distancia". La comunicación telepática implica la transmisión directa de sentimientos, intenciones, pensamientos, imágenes mentales, emociones, impresiones, sensaciones y conocimiento puro. Los animales, obviamente, se comunican a través de la acción física y de sus propios y complejos lenguajes. También se comunican telepáticamente, tanto entre ellos como con los humanos. Las personas reciben los mensajes en la medida en que los escuchen, puedan sintonizarlos o sean perceptivos a ellos". Bajo esta premia encontramos a profesionales como Tania quien por unos Sucres Ecuatorianos es capaz de escuchar telepáticamente a tu perro como el Dr. Dolittle e informarte como dueño sobre lo que tu perro esta intentando decirte.
El magnetismo biológico. El empleo del biomagnetismo en mascotas obedece al mismo principio por el cual se utiliza en seres humanos enfermos: la posibilidad de reconocimiento de puntos energéticamente alterados, que se encuentran en pares polares (positivos y negativos) y son la causa de la enfermedad. Esta forma de terapia restablece la salud al reequilibrar el pH (Potencial de Hidrógeno) de los órganos internos, a través de la colocación de imanes sobre aquellos puntos que se reconocieron alterados durante el examen. Esta maravillosa técnica nos permite encontrar virus o bacterias (por su conformación bioquímica) antes de que provoquen la enfermedad y de manifestarse los síntomas. Esta técnica apoyada en la creencia que el restablecimiento del Potencial de Hidrógeno a través de imanes mejora el estado de salud la podemos encontrar de mano de médicos veterinarios con más de 20 años de experiencia en el área.
La sanadora energía universal. El Reiki un tipo de medicina alternativa japonesa considerada como pseudoterapia englobada dentro de las "terapias de energía". Sus practicantes utilizan la imposición de manos o el toque terapéutico para desde las palmas transferir una "energía universal" (qi) hacia el paciente con el fin de promover la curación emocional o física. La existencia del qi nunca ha sido demostrada, no obstante es posible encontrar médicos veterinarios con clínicas establecidas donde pretenden sanar a los perros a través del qi. ¡Es tan maravilloso que hoy día hasta por zoom es posible realizar estas intervenciones!
Quisiera finalmente mencionar algunas otra intervenciones y concepciones en el mundo canino que podrían ser interesantes: - Una educadora canina me planteaba sobre cómo la lectura del tarot puede ser terapéutico en ciertos perros y ayudarles a disminuir la agresividad. - Un criador, muy creyente en los signos, me mencionaba sobre cómo es importante conocer los signos de los dueños porque la incompatibilidad de signos puede derivar en muchos problemas de comportamiento, se encontraba buscando para sus perros Aires que son hiperapegados y necesitados unos dueños Acuario, Tauro o Leo. - Los cristales de roca curativos pueden ser extremadamente útiles en la curación a través de la gemoterapia para perros - escuchaba decir a una veterinario en un Live de Instagram - dado que permite que su energía fluya en sintonía. Recuerden que los animales tienen chakras a lo largo del cuerpo que pueden estar en equilibrio o no.
Ahora bien, mucho se puede argumentar que no son formas de intervención que causen un daño físico al nivel que podría hacer un collar de ahorque, sin embargo, en miras de la profesionalización del gremio de educadores caninos, ¿en que momento vamos a ampliar el foco y definir con detalle que será aquello que consideraremos intervenciones basadas en la evidencia científica?
REFERENCIAS